ENTREMOS. Iglesia conventual de la décimo primera fundación de Santa Teresa.
Una sola nave, de planta rectangular y de coro muy bajo. El presbiterio cubierto con una bóveda semiesférica.
El retablo mayor es obra de Jerónimo Velázquez
(1630). En el centro, San José con el Niño, obra de Juan de Mesa, siglo XVII. Encima, la Inmaculada en su hornacina, también de Juan de Mesa.
A su izquierda, San Juan de la Cruz y a su derecha la imagen de Santa Teresa de Jesús.
Al lado derecho del Altar, con el sagrario, un retablo presidido por la Virgen del Carmen. Hacia el fondo de la iglesia, continúan otros altares con pinturas tan excelentes como la de la Encarnación (obra de Luis Figueroa, siglo XVII), en primer término.
Pasamos al lado del Evangelio. Y desde el altar hacia atrás, la reja detrás de la que las religiosas escuchan misa (y son saludadas por sus familiares tras la misa), la puerta de la sacristía, el retablo de Santa Teresita del Niño Jesús , la entrada al patio del convento, y otros retablos....
Y de la Santa, ¿qué queda allí?
LO VEREMOS.
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