
Posteriormente lo celebramos en El caballo Rojo, con unos aperitivos servidos en una preciosa terraza con vistas a la torre de la Catedral.
El evento fue fotografiado íntegramente con película negativo de 35 mm color, sobre mi Nikon F70. Del reportaje destacaría la imagen de los cuatro primos grandes de entonces.
Tempus fugit.


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