jueves, 3 de diciembre de 2009

San Francisco de Javier

Francisco de Jaso Azpilicueta nació en 1506 en el castillo de su familia, los Jaso, en el pueblo de Javier, dentro del antiguo Reino de Navarra. Al poco de nacer su tierra es anexionada a la Corona de Castilla por las tropas castellanas comandadas por el Duque de Alba (Fadrique). Su padre, que lucha contra la anexión, se exilia con toda su familia en Francia y allí muere.

Probablemente estas luchas (y sus venganzas) que vivió en su juventud, en las que intervinieron sus hermanos en defensa del Reino de Navarra, pudieron provocar en él un deseo de acercamiento a la vida religiosa.

Sus estudios universitarios tienen lugar en La Sorbona de París, donde conocerá su mejor amigo: Iñigo de Loyola, del que será uno de sus primeros seguidores. Allí, además, tomará los votos. Curiosamente, Iñigo, como capitán de las tropas castellanas, había luchado contra los hermanos de Francisco de Jaso en el episodio de anexión del Reino Navarro.

Se ordena en Venecia y visita al Papa Pablo III en Roma, en el año 1537; de allí sale una expedición que marcará su vida. Iba inicialmente a ser misionero en Tierra Santa, pero al retrasarse el viaje, el Papa le propone acudir a evangelizar las colonias portuguesas. Y es que el Rey Juan II de Portugal pedía a varios seguidores de Ignacio de Loyola que predicaran el evangelio en las Indias Orientales.

Nombrado Legado Papal, el año 1541, con 35 años de edad sale de viaje para evangelizar en Mozambique y posteriormente pasar a Goa, capital de la India Portuguesa. Allí rechaza puestos de representación y prefiere continuar enseñando el Evangelio entre tribus indias del Sureste Asiático, siempre en las colonias portuguesas. Recorre Ceylan, Las Molucas, Malasia. .... Incansable en su misión evangelizadora que alrededor del año 1544 contabilizaba más de 20 misiones.

Y en 1549 se atreve con Japón, donde deja establecida una misión de importancia tras ganar el favor del gobernador de Kioto. Finalmente, vuelve a la India en 1552. Allí encuentra que la evangelización progresa pero también lo hace la falta de caridad y los abusos. Nuevamente decide lanzarse a la misión y con grandes dificultades de los gobernantes portugueses de las colonias, se introduce furtivamente en China, en una zona al sur de Hong Kong. Es agosto de 1552 y a partir de ahí sus condiciones de vida y las dificultades de la China, le llevan a enfermar. Muere el sábado 3 de Diciembre de 1552, a los 46 años de edad.

Su cuerpo se conserva incorrupto en la Iglesia del Buen Jesús en Goa (actualmente en la India). Fue canonizado a la misma vez que otros grandes de la Iglesia: Ignacio de Loyola, Teresa de Ávila, Felipe Neri e Isidro Labrador.

La imagen de esta entrada es la del Santo, en el Monumento a los Descubridores, situado en la zona de Belem en Lisboa.


Pues sí, hoy es el santo de Javirrín. Y tras recordar a su Santo (San Francisco Javier), del que sólo conserva el Javier en su nombre (como bien se encargó el cura que lo bautizó en recordarnos), le regalamos esta foto con una tarta como la que me imagino que se comerá hoy.

Muchas felicidades desde Sevilla.

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