
Éste diría de Álvaro que se trataba de "un doctor egregio y en nuestro tiempo una fuente fluida y abundante de sabiduría". Escritor prolífico, desarrolló su obra en un gran número de géneros.
No fue religioso, sino que se mantuvo lego, casándose con una sevillana. A pesar de lo cual fue junto con San Eulogio, uno de los principales defensores de la fé, en la época final del reinado de Abdelramán II.
Hoy es el día de su onomástica, por lo que felicitamos a Alvarito de Córdoba, que nos resulta más cercano.

No hay comentarios:
Publicar un comentario