Antes de entrar en materia, esta es mi Cyca Revoluta o Palma del Sagú o Palma de Japón. La familia de las Cicadáceas pertenecen al orden de las Cycadales. Plantas de extrema antigüedad sobre la tierra: más de 300 millones de años (del cenozoico o mesozoico según opiniones) y por consiguiente, anteriores a los dinosaurios.
Originaria de Japón, la Cyca no es una palmera. Genéticamente está muy distante de las palmeras, aunque se parezcan, y además son dioicas: la mía es hembra. De crecimiento muy lento, puede llegar a ocupar 25 años que crezca un metro en altura. Por eso la fichamos para el jardín. Plantada en 2005, en un lugar estratégico para favorecer su crecimiento y lucimiento.
En la imagen que abre la entrada, la veis con las hojas del año anterior, y en el centro aparecen las nuevas hojas para este año: son los primordios seminales dispuestos en cono. Las hojas viejas (las de la figura), son sustituidas poco a poco por las nuevas que son más largas.
La ornamentación jardinera hace que se eliminen las hojas viejas y se dejen las del año, que ya las veis cómo se han desarrollado desde la foto anterior. De esta forma se observa el tronco.
Curiosidad. Enormemente tóxicas. Cuando vengáis y la veáis, no las mastiquéis...
Por cierto, la reja de mi patio, este año está así...
Y las dos pequeñas macetas de la derecha tienen dos pequeñas cycas que haber si consigo hacerlas crecer. Analizaremos, más adelante, otras plantas de esa imagen.
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