
Cuenta la tradición que entre los bienes que se le encomienda cuidad se encontraba el Santo Grial que tanto busca, rebuscando y errando, ese autorcillo norteamericano y su criatura Langdon.
En la persecución a los cristianos por el emperador Valeriano, San Lorenzo es martirizado. Le queman en una hoguera, puesto sobre una parrilla. Dice la leyenda que en mitad de su martirio dijo a los que le quemaban: "Assum est, inqüit, versa et manduca" . Literalmente, "Asado estoy. Dadme la vuelta y comed".
Hoy traigo, en recuerdo de su festividad, imágenes de su Iglesias en Sevilla. En la imagen que preside la entrada, el altar mayor de la Iglesia de San Lorenzo en Sevilla, con San Lorenzo presidiendo el retablo, parrilla de quemar incluida, en el centro. Es obra, iniciada en 1632, de Martínez Montañés, con imágenes de la vida de San Lorenzo.

Otra iglesia fernandina como la de Córdoba, que podréis recordar accediendo a una entrada anterior:
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